Editorial

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Los procesos de aprendizaje en la escuela y fuera de ella, han sido motivo de investigación por varios años y siguen siéndolo, no sólo porque no hay respuestas suficientes a todas las preguntas que se plantean los investigadores y los actores de las distintas prácticas educativas, sino porque se han complejizado las interrelaciones que los seres humanos establecemos dí­a a dí­a y que generan condiciones, procesos y resultados diferenciados; temas como la migración, el incremento de la violencia social o el reconocimiento o no de las lenguas y culturas diferentes tienen implicaciones distintas en cada sector, en cada sujeto y en cada escuela. Como consecuencia de lo anterior, se han generado también cambios conceptuales, en particular, desde que se planteó el interés por los aprendizajes; en plural- y se comenzó a hablar de aprendizajes sociales, lo que ha hecho surgir a la posibilidad de pensar en aprendizajes entre las generaciones, entre los géneros, entre los docentes pares, entre las culturas y en las comunidades.

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